Lenguaje corporal en negociación inmobiliaria
El lenguaje corporal, también conocido como
lenguaje del cuerpo, es una forma de comunicación no verbal, mediante la cual
las personas transmiten emociones, sentimientos y actitudes sin necesidad de hablar.
Este tipo de lenguaje es una parte fundamental de la interacción humana; pues,
gran parte de nuestra comunicación es no verbal, a través de gestos, posturas y
expresiones faciales. Las primeras impresiones se forman en fracciones de
segundo, a través del lenguaje corporal; este juega un importante papel en la
forma como somos percibidos por las personas con quienes interactuamos.
El lenguaje corporal incluye:
·
Movimientos con las manos, brazos, cabeza y
otras partes del cuerpo.
•
La manera como una persona se sienta o se
levanta puede indicar claramente su actitud y sus emociones.
•
Felicidad, tristeza, miedos, sorpresas, ascos
son emociones que se expresan a través del rostro. Son expresiones faciales que
se manifiestan espontáneamente.
• A través del contacto visual se puede mostrar
confianza, interés o sinceridad; evitar la mirada puede ser interpretado como
desinterés, incomodidad, inseguridad.
• La distancia que mantenemos con las demás
personas podrían comunicar nuestras actitudes, emociones e intenciones.
Como agentes inmobiliarios podríamos utilizar el lenguaje corporal en un proceso de negociación, para una venta exitosa. Algunas tácticas para aprovechar las bondades de este lenguaje son las siguientes:
• Mantener
el contacto visual, para demostrar confianza y sinceridad. Debemos asegurarnos
de mantener el contacto visual; pero, con cautela para no parecer intimidante.
Un contacto visual prolongado podría ser percibido como agresivo.
• Debemos
tener una postura abierta. Evitar cruzar brazos y piernas; pues, podría ser
percibido como una actitud defensiva. Una postura abierta y relajada invita a
la confianza y la cooperación; esto implica crear un ambiente en el cual las
personas se sientan cómodas y seguras para confiar.
• Al
observar y entender el lenguaje corporal de las personas, podemos empatizar y
conectar con sus emociones, lo cual nos permite conocer sus temores y
preocupaciones ante sus necesidades de vender, comprar o alquilar un inmueble.
• La
congruencia entre nuestras palabras y nuestro lenguaje corporal es importante
para ser percibidos como personas confiables y sinceras, con lo cual obtenemos
credibilidad.
• Debemos
sonreír en forma genuina. Una sonrisa auténtica puede ayudar a crear un
ambiente amigable y relajado, lo cual puede hacer que el cliente se sienta más
cómodo y dispuesto a negociar.
• Asentir
con la cabeza mientras el cliente está hablando muestra que estamos escuchando
y entendiendo sus preocupaciones, lo cual puede ayudar a construir una conexión
más fuerte.
• Acompañar
las palabras con gestos que refuercen el mensaje. Evitar movimientos bruscos o
exagerados que puedan distraer a nuestro interlocutor.
• Cuidar el
tono y el ritmo de la voz; pues, esto también forma parte del lenguaje
corporal. Debemos hablar con claridad y a un ritmo moderado para mantener el
interés de nuestro interlocutor
• Mantener
una distancia adecuada. Estar demasiado cerca podría ser percibido como una
actitud agresiva; demasiado lejos, desinteresado.
• Imitar
sutilmente. Reflejar de manera sutil el lenguaje corporal del cliente puede
crear una sensación de empatía y entendimiento, lo cual puede ayudar a establecer
una mejor relación.
• Escucha
activa. Inclina ligeramente el cuerpo hacia adelante cuando el cliente está
hablando. Esto muestra interés y compromiso con sus palabras.
• Finalmente,
una sugerencia: Una buena forma de aprovechar las ventajas de lenguaje corporal
en nuestras actividades inmobiliarias, es observar dicho lenguaje en personas
que consideramos carismáticas o efectivas en la comunicación, para aprender de
sus gestos.
Conocer estos principios y aplicarlos puede
influir satisfactoriamente en la calidad de nuestras interacciones sociales, porque
nos ayuda a establecer relaciones interpersonales más saludables y efectivas,
tanto más en nuestras actividades en el mundo inmobiliario, en el cual se
requiere buena capacidad de comunicación y relaciones humanas con nuestros
clientes actuales y potenciales.
Francisco Hernández Chico
Agente inmobiliario
¡Hasta la próxima!
Fuente:
El lenguaje del cuerpo. Allan Pease. Ediciones Paidós Ibérica, 17°
edición. 2006
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